Iglesia de San Francisco
Iglesia de San Francisco: el templo más antiguo de Santiago y guardián de siglos de historia
En plena Alameda Bernardo O’Higgins, entre el ir y venir de la vida moderna, se levanta silenciosa y solemne la Iglesia de San Francisco, el templo más antiguo aún en pie de Santiago. Con más de cuatro siglos de historia, esta iglesia no solo es un emblema arquitectónico, sino también un testimonio vivo de la resistencia, la fe y la identidad del Chile colonial.
Un monumento que desafía al tiempo
La construcción de la iglesia comenzó en 1586, bajo la orden franciscana, apenas unas décadas después de la fundación de Santiago. Desde entonces, la Iglesia de San Francisco ha sido testigo de terremotos, incendios, transformaciones urbanas y cambios sociales, manteniéndose en pie como un faro histórico en medio del progreso.
A lo largo de los siglos, ha sido sede de celebraciones religiosas, refugio en catástrofes y lugar de encuentro para generaciones de santiaguinos. Su resistencia es tan destacable que, pese a los múltiples sismos que han marcado la historia del país, el templo conserva gran parte de su estructura original, hecho que lo convierte en una pieza invaluable del patrimonio nacional.
Arquitectura colonial con alma franciscana
La fachada de la Iglesia de San Francisco combina elementos del barroco colonial con características propias de la arquitectura religiosa del siglo XVII. Su torre campanario —reconstruida en varias ocasiones— se ha convertido en un símbolo reconocible del centro de Santiago.
Al ingresar, el visitante se encuentra con una nave amplia y sobria, iluminada por pequeños ventanales que crean un ambiente recogido y espiritual. Destacan su techo artesonado, los altares laterales con imaginería colonial, y el retablo mayor, donde se encuentra la venerada imagen de la Virgen del Socorro, considerada una de las esculturas más antiguas del país y ligada directamente a la historia fundacional de Santiago.
Los pisos de madera, las columnas robustas y las pinturas religiosas completan un conjunto que transporta al visitante a la vida eclesiástica del periodo colonial, manteniendo intacta la esencia franciscana de austeridad y contemplación.
Un monasterio lleno de arte y memoria
Junto a la iglesia se encuentra el Museo Colonial San Francisco, un espacio que alberga una de las colecciones más importantes de arte colonial en Chile. Allí pueden apreciarse pinturas de la Escuela Cusqueña, esculturas religiosas, objetos litúrgicos y piezas que narran la vida de la orden franciscana en Chile.
Los jardines interiores, con sus corredores de arcadas y su fuente central, conforman uno de los rincones más tranquilos y fotogénicos del centro histórico, un verdadero oasis en medio del ruido urbano.
Un imperdible del patrimonio santiaguino
Visitar la Iglesia de San Francisco es viajar al pasado profundo de la ciudad. Es observar cómo la historia se entrelaza con la vida moderna y cómo el patrimonio logra mantener su lugar incluso en avenidas tan dinámicas como la Alameda.
Para amantes de la arquitectura, estudiantes, turistas y quienes buscan una pausa espiritual, este templo es una parada obligada. Entrar a sus muros es encontrarse con el origen mismo de Santiago, con la fe que guió a sus primeros habitantes y con el arte que ha sobrevivido por siglos.
Información
| Horario | Lunes a viernes 08:00 horas
Sábados 19:30 horas Domingos 12:00 horas |
| Teléfono |
+56 2 26383238
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| Dirección | Avenida Libertador Bernardo O’Higgins 834 |
| Correo | |
| Entrada | Gratis |







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